Echando cuentas

Uno de los problemas de hacerte mayor, independizarte y vivir en pareja es que acabas usando el tiempo y los sitios que tenias para ponerte mimoso para echar las cuentas de como llegar a fin de mes, y es que la cosa esta complicada:
Hipoteca 800 €
Luz 50 €
Agua 35 €
Móvil 40 €
también tengo que guardar... cuatro euros para gominolas...
Y dos besos para cada mañana, en respuesta al que me das mientras yo aun duermo antes de irte a trabajar.
Y un abrazo muy grande para por la tarde, para compartirlo mientras vemos la tele un ratito.
Ah, y ademas, unos cuentos secretos, de esos que te susurro al oído y tu me dices ¡Guapo!...o...¡Guarro!...depende...
Y como no, un buen montón de todas esas cosas para después, que está feo poner aquí en publico....
Y es que con tanto a tener en cuenta es normal que la gente no llegue a fin de mes, como nosotros, que al final acabamos con los euros en números rojos!
Pero en la cuenta del cariño... ahí se que contigo acerté de pleno, que da igual como esté la bolsa, el Euribor o el petroleo, que la mejor forma de invertir el amor juntos es... ¡sin ahorrarnos nada!

¿Darwin o el paraíso?

Creo que el primer día que apliqué la lógica (que quizás fue también el que empecé a ser menos niño que más) decidí que el principio de la gente en el mundo no podía venir de eso de Adán y Eva en el paraíso.
Hasta para alguien que aun creía en el Ratoncito Pérez, dos parecían demasiado pocos para llegar hasta aquí. Y además... tenía una pinta mucho más interesante la historia de los bichos que salieron del mar, los dinosaurios, y los primos monos.
Sin embargo... ahora, ya tan mayor, pienso en todo esto, y me doy cuenta de que...
...aquel día...
...al principio de todo...
...lo único que había era...
¡Tu y yo!