lunes, septiembre 05, 2005

El burrito Gonzalo y la piedra en el camino

Una pequeña fábula sobre conductas humanas... y el que se quiera encontrar en ella... que se encuentre!

El burrito Gonzalo y la piedra en el camino
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El burrito Gonzalo se lamió la pata suavecito. Siempre que pasaba por aquel trozo del camino le volvía el dolor del día que se tropezó con aquella piedra. Así que con cuidadito se preparo para afrontar aquel tramo del camino, cuando de repente, llego corriendo la Cervatilla Sofía, con sus prisas de siempre, contando estrellas y cantando, y de nuevo volvió a tropezar en la piedra, a toda velocidad, dio un par de vueltas hasta que paro de rodar, magullada por todas partes y desorientada, le miro con cara de sorprendida y le preguntó:



- ¡Ups! ¿Que me ha pasado Gonzalo?

Despacito, Gonzalo se acercó y le sacudió un poco el polvo, y la ayudo a incorporarse, y le dijo:

- No te preocupes Sofía, ¿recuerdas la piedra con la que te tropezaste la primera vez que viniste por aquí? Te has vuelto a tropezar con ella...
- ¿Con la misma? No puede ser, me la cambiáis de sitio y así tropezare siempre.
- Mira Sofía, la verdad es que en estas ultimas diez veces que te has tropezado, la piedra siempre ha estado en el mismo sitio... quizás si no vinieras corriendo por este camino escarpado, quizás si no vinieras contando estrellas todo el rato sabiendo que al principio de este camino hay que ir despacito y atento al camino...

- Tienes razón Gonzalo. Voy a romper el bloc este donde he ido contando las estrellas y a partir de ahora voy a andar por aquí tranquilamente controlando el camino, que ahora me toca volver a casa a curar las heridas, y así nunca llego al final del camino, y... ¡Allí me están esperando!
- Vale Sofía, anda, vete ya a casa y mírate esos cortes que tienen mala cara.
- No, si no es nada, solo son rasguños - dijo Sofía mientras bajaba por el camino de vuelta a casa cojeando levemente.

Gonzalo la siguió un ratito con la mirada, hasta que la perdió de vista. Se paro, miro al camino, el dolor en la pata le recordó que un poco mas adelante estaba la piedra de aquel tropiezo así que puso atención, y la esquivo con cuidado. Solo entonces, cuando el camino ya era liso, recordó las cicatrices que llevaba Sofía en el lomo de sus caídas anteriores.

- "Solo rasguños..."-

Pero la verdad es que aquel corte nuevo tenía pinta de ir a dejar una nueva cicatriz...

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