martes, abril 19, 2005

magia, cariño y golosinas

Lo curioso de pasear por este camino de magia, cariño y golosinas es que, desde fuera uno puede parecer ingenuo. Olvidarse de rencores, "de tu me la haces, pero yo te la devuelvo doble", y "esta te la guardo". Además, la gente te mirá y no entiende mucho tu actitud, en realidad hasta piensan, "Al final, la vida te dirá que por ahi no vas a ningún sitio".
Hasta que no noté eso, no me di cuenta de que realmente a estas alturas, todo mi entorno ha cambiado. Y ahora, el tipo ese, con una sonrisa, con siempre un doble sentido, con ganas de escucharte y casi siempre optimista, parece ser el que he sido siempre. Pero no.
En realidad, esa vuelta al caracter que te da la vida ya la he vivido. De hecho dos veces. La primera, me llevo a ser frio y calculador, a ganar dinero, y a vivir en mi mundo con mi armadura de lata, con bordes cortantes, y aislante del calor. De ahi, mas de uno o una, de acercarse salio algo mal parado, y reconozco que con el tiempo me he dado cuenta. He intentado reparar un poco los daños que produjeron aquellos filos, que, producidos con metal frio e inerte nunca cicatrizan en las almas de los demas. Ademas,.esa armadura, aisla de las temperaturas, pero si te la pones dolorido, con el corazon helado, solo vale para llevarte a la soledad, y a ser incapaz de sentir el calor de los que te rodean, y el interior de tu corazon se vuelve un sitio frio, oscuro, con estalgtitas y estalagmitas de hielo que a veces hacen daño a quien se atreva a intentar entrar ahi..
Un día, no se como, decidi cambiar, creo que volví a leer el Principito, o tal vez volvi a comer algodon de azucar, no lo recuerdo, me quite la coraza, y me sente un ratito en un banco del parque, a que me diera el sol mientras hablaba con unos abuelos que esperaban su turno en la petanca. Y asi, a ratos de sabiduría de unos minutos de duración dependiendo de la llamada de la petanca o de la prostata de los abuelo, descubrí que del mundo se aprende mirando hacia atras. Que si algo sobra cuando te haces viejo es el cariño y el afecto, y es porque no sabemos darlo en el pasado.
Me levante del banco y segui paseando por el parque, bebi un poco de agua en una fuente, y me fui pensando en que, tal vez, si no como azucar no se me picaran los dientes, que si no viajo no tendre accidentes, y que si evito enamorarme no sufrire si no funciona. Pero que esas cosas, las que te hacen la vida mas tranquila no son las que busco, que no quiero vivir en un mundo de corcho, porque sino un día me moriré y ni siquiera me enteraré!

Por lo tanto he decidido vivir intensamente, querer hasta que duela, que cada vez que pronuncie el nombre de mi Eva me queme en los labios y en el corazon, comer algodon de azucar cuando me apetezca, y estar siempre dispuesto a gastar mi tiempo en caricias, a despertarme unos minutos antes para verla dormida. A tirarme de cabeza y sin red a todo, no solo a esta relación sino a la vida.
A vivir intensamente las cosas, a saborear lo que pasa y lo que no pasa, y las cosas que salgan mal, si duelen, serviran para recordarme que estoy vivo, como dice Jose MIguel (www.marcapaginas.net) "Hoy (al fin) soy el afortunado poseedor del olor que tienen las estrellas".

Pienso disfrutar de este momento. ¿Y vosotros del vuestro?

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