lunes, octubre 24, 2005

Mensaje en una botella.



Ni este es el ultimo de mis pergaminos, ni esta es la ultima de mis botellas.

Pero sí. Se ha acabado el meter estos pequeños trozos de mi corazón dentro de botellas de cristal para que vayan cruzando el mundo guiados por tu sonrisa, hasta llegar a tu playa y que los encuentres entre conchas y estrellas de mar.

Hay momentos en los que las cosas pierden su sentido. En los que dudo que esa sonrisa por la magia de encontrar una nueva botella con un nuevo mensaje realmente se este produciendo.

Es entonces cuando me da un poco de pena pensar que esas gotas exprimidas de las frutas del cariño que hay en esta isla, que han conseguido vencer al olvido y atravesar el mar, sin miedo de la furia de Neptuno, y evitando cuidadosamente la mirada de las sirenas, vayan a parar al pozo de tu indiferencia.

A esos que no queremos olvidar a los que apreciamos, que disfrutamos de que alguien a quien queremos de corazon nos diga "Soy feliz", lo que nos apena es... esa sensacion de vacio. De "me da igual".

Es entonces cuando duele envasar el cariño, y me planteo que enviarlo a encontrarse indiferencia es como enviar mariposas al pais de los sapos...

Solo ahi decides que quizas, mejor que para eso, podrías utilizar las botellas como blanco de esas piedras redondas que encuentras de vez en cuando bajo los acantilados de tu isla.
Y que esos pergaminos en los que escribes, serían mas útiles para encender una fogata con la que intentar calentar en las noches frias de invierno a ese corazón que se esta quedando helado a costa de fabricar cariño para recibir solo desdén...

Es entonces cuando me doy cuenta de que no soy yo quien decidió que este sería mi ultimo mensaje en una botella para ti...

...sino tu.

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